Vicente y Santiago Feliú
Mi mujer está muy sensible
No eres tú
Es el destornillado cotidiano azar
la puerta del delirio, la fangosa realidad
los narcos, la inflación, la solución impar
los dioses apagados, la fantasía incapaz
Berlín, Fidel, el Papa, Gorbachov y Alá
No eres tú mi amor.
No eres tú
Son estos días de mierda que también se irán
Son Lennon y Guevara que no quieren regresar
latinos divididos sin América
soy yo que no me curo de quererte más
es por los pasaportes y la enemistad
no es por ti, mi amor.
No eres tú
Es tanta democracia para no creer
es la canción de Silvio y la crisis de fe
es la sabiduría de desaprender
es Panamá sin guía agradeciendo a Bush
es un amor por Cuba, es socorrer su luz
es como cuando faltas, cuando faltas tú.
No eres tú mi amor
No eres tú
No eres lo que esta noche me costó inventar
es falta de marcianos, es por mi aterrizar
es que me falta cuento en esta capital
se amarga hasta el romance y la anarquía crece más
es cuerda que se oxida en esta vena de pensar
es musa mal parida, es que no sé ni qué cantar.
No eres tú mi amor. No eres tú.
Son los demás.
Del disco "Ansias del Alba"
Por la humanidad canta Vicente Feliú, que forma parte de la nueva trova
cubana junto a Silvio Rodríguez y su hermano Santiago Feliú, que parece
por primera vez en este disco, "Ansias del Alba", considerando a la
humanidad, a personas que luchan por ser tales, en un mundo que
pareciera exclusivo de los dueños de comunicación de ideas, sonidos,
imágenes y palabras, aunque ni siquiera saben bien nombar las cosas.
"Liberales somos quienes soñamos con utopías, no ponemos freno a la
imaginación y además planeamos un planeta posible con todos y para el
bien de todos. Y no es entendible entonces que los que buscan la
abolición de la esperanza pretendan el título de nuevos liberales.
Demasiada pretensión para tan poco esfuerzo". Mi mujer está muy
sensible es una canción que refleja pensamientos como estos en los
que en algún momento del día nos parecen aumentar y duplicarse,
creándonos ese estado de ansiedad que nos altera y pone de mal humor
sin tener por ello la culpa precisamente quien está a nuestro lado.
Reclama militancia en la ternura y la fe, para los que hayan olvidado
que los derechos humanos también son izquierdos.
Carmen Pérez-Milá